En España el uso de teléfonos móviles (incluyendo el «revolucionario» iPhone de Apple) para la navegación por Internet, todavía es muy reducido.
Es verdad que las mejoras en telecomunicaciones 3G bajo el estándar UMTS (basado en la tecnología W-CDMA) cada día están más presentes. Pero una cosa es que los móviles incorporen esta tecnología (y muchas otras) y otra cosa es que los usuarios contraten las tarifas de los proveedores para trabajar o navegar a través del teléfono (es decir, que se aprovechen estas tecnologías).
De hecho la mayoría de personas (dentro de este bajo porcentaje) usan el teléfono no para navegar sino para recibir y enviar correo. En la actualidad navegar a través de un teléfono resulta incómodo, lento y no precisamente barato.